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Mostrando entradas de febrero, 2010

Si el tiempo no existiera

Al momento que terminó la conversación supe que no podía quedarse en el tintero ni dejar de no contarla y apenas una palabra escrita en una servilleta quedó como la única prueba.La persona inició el diálogo preguntándome que cuándo es lunes y porque no JOMARIDE. Lo mire extrañando y pensé que se le habían pasado las cervezas, pero frente a él no tenía ninguna, tampoco había señas de haberlo hecho, solamente tres vasos con agua se veían sobre su mesa vestía formalmente. La tarde llegaba a su fin y antes de regresar a casa decidí comer algo en algún sitio fui a un restaurante y las mesas estaban ocupadas, lo ameritaba en vísperas del 31 de diciembre, en casi todas sus ocupantes alzaban sus copas entre sonrisas y chistes menos en una en la del que sería mi interlocutor, estaba solo. Me acerqué y pregunte si es que no le molestaba se ocupaba una de las sillas vacías hizo un ademán de aceptación y tomé asiento, hice mi pedido, me sirvieron y luego que me pasaron la cuenta llegaron aquel

Buen billete

Si solo de pesar me causa risa. Esa noche por esas cosas del aburrimiento nocturno empecé a revisar mi billetera, bueno papelera porque no tenía ni un billete, para sacar algunos documentos sobrantes y algunas identificaciones caducadas. Números de teléfonos sin nombre, direcciones electrónicas, algún apunte sobre los pendientes de la vida y otras basurillas, fueron quedando a un lado, mientras que ponía en orden la licencia, la cédula y dos identificaciones. Realmente mi ‘papelera’ esta más delgadita. Ahora si a botar lo sobrante. Papeles sin sentido y hasta un billete de la lotería. Ahora recuerdo que ese billete le compré a un señor mientras me tomaba un café. No soy asiduo comprador de la lotería. Pero en aquella ocasión me tomó de sorpresa y pregunté cuanto valía, Me dio el precio, un dólar. Pague y guardé ese billete. Acabado el cuento hasta hoy que limpio mi billetera. La raspadita estaba intacta. Antes de que vaya al tarro de basura cumplí el famoso ritual de tratar de atinar a